33% inteligencia, 33% suerte y 100% disciplina: La verdad de emprender en Colombia desde la perspectiva de las mujeres

Emprender en Colombia es un reto para todos, pero para las mujeres, el camino tiene sus matices particulares. No se trata solo de un juego de ideas, sino de cómo se maneja el emprendimiento cuando el género aún influye en la manera en que te perciben. Y aunque la disciplina, la inteligencia y hasta un toque de suerte juegan un papel crucial, las mujeres enfrentan barreras que los hombres rara vez experimentan.

Primero, hablemos de la inteligencia. Las mujeres emprendedoras en Colombia no solo deben ser hábiles en sus negocios; deben saber cómo navegar un entorno donde muchas veces no se les toma tan en serio como a sus contrapartes masculinas. Según estudios del Banco Mundial, las mujeres en América Latina y el Caribe enfrentan mayores dificultades para acceder a financiamiento.

De hecho, las mujeres en la región tienen 23% menos probabilidades de acceder a financiamiento formal en comparación con los hombres, lo que refuerza la importancia de ser creativas y gestionar los recursos de manera inteligente. En un ecosistema donde las redes de contactos aún se inclinan hacia los hombres, las mujeres tienen que abrirse camino con habilidades estratégicas que vayan más allá del negocio en sí.

Luego está la suerte, ese factor que, aunque impredecible, muchas veces está sesgado. Las oportunidades y los espacios para las mujeres suelen ser más limitados, y la "suerte" de encontrarse en el lugar correcto muchas veces depende de cómo se les abren las puertas en círculos dominados por hombres. Sin embargo, cada vez más mujeres están construyendo sus propias redes y espacios de apoyo. En Colombia, grupos de mujeres emprendedoras como WeXchange y SheWorks se han vuelto fundamentales, ofreciendo no solo oportunidades, sino visibilidad en un sistema que históricamente no ha sido diseñado para ellas.

Aunque solo el 42% de las mujeres emprendedoras reportan tener una red de apoyo sólida, estos espacios están ayudando a cerrar esa brecha. Pero lo que realmente define el éxito de las mujeres colombianas que emprenden es el 100% de disciplina. La realidad es que muchas de estas mujeres no solo tienen que construir un negocio; también están manejando una casa, cuidando hijos, trabajando o lidiando con la expectativa social de que deben hacer todo al mismo tiempo y de forma impecable.

Pero lo que realmente define el éxito de las mujeres colombianas que emprenden es el 100% de disciplina. La realidad es que muchas de estas mujeres no solo tienen que construir un negocio; también están manejando una casa, cuidando hijos, trabajando o lidiando con la expectativa social de que deben hacer todo al mismo tiempo y de forma impecable. Esta presión social de “hacerlo todo” es única para las mujeres y hace que su camino hacia el éxito sea aún más desafiante.

Sin embargo, esta misma presión genera una disciplina inquebrantable. Las mujeres colombianas que emprenden lo hacen con la determinación de romper con esas barreras invisibles, demostrando que pueden sostener negocios exitosos, ser líderes, y redefinir lo que significa ser una mujer en los negocios en Colombia.

Entonces, cuando hablamos de emprender en Colombia desde la perspectiva de las mujeres, no es solo una cuestión de disciplina, inteligencia o suerte. Es la habilidad de mantenerse en el juego cuando las reglas no siempre están a tu favor. Es superar las expectativas de género, las limitaciones sociales y económicas, y convertir esos desafíos en motivación para seguir adelante.

De hecho, a pesar de estos desafíos, el 17% de las mujeres en América Latina están involucradas en actividades emprendedoras, lo que convierte a la región en una de las de mayor crecimiento en cuanto a emprendimiento femenino. Al final del día, las mujeres colombianas que emprenden no solo están construyendo negocios, están creando espacios para otras mujeres, están rompiendo techos de cristal y están demostrando que, con la combinación correcta de inteligencia, disciplina y un toque de suerte, pueden redefinir el panorama del emprendimiento en el país.

Al final del día, las mujeres colombianas que emprenden no solo están construyendo negocios, están creando espacios para otras mujeres, están rompiendo techos de cristal y están demostrando que, con la combinación correcta de inteligencia, disciplina y un toque de suerte, pueden redefinir el panorama del emprendimiento en el país.

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